Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.
Salvo el crepúsculo. J. Cortázar.
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.
Salvo el crepúsculo. J. Cortázar.
1 comentario:
eso está en "Salvo el crepúsculo", tenés que leerlo.
yo hace poco le mandé los tres primeros versos a alguien y nunca han sido tan justos.
no pido mucho... una no pide mucho y se queja cuando ese mucho viene a cucharadas, a rebosar toda expectativa, a desparramar cariño que no sabemos cómo manejar.
pero en eso debe consistir nuestro pedido. tomar y sostener, como si de ello dependiera el mundo. aceptar el bien. que todo viene por algo. que todo lo que pasa, sirve.
aceptar el bien. infinitamente.
ese es mi mensaje para este nuevo año para vos, hermana de mi alma.
decirte que te quiero? para qué
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