A la mejor coincidencia que elegí encontrar-
y después, qué. me dejás nomás con ojos, con fiebre, como si me hirvieran en la olla de olvidos donde las nenas entran a tu cuarto y al otro día desayunan en el banquito de tu cocina. con la lengua llena de palabras y los renglones vacíos, porque ni te pude escribir versos de los besos de chicle de menta y tabaco quemado. mezcla de sensaciones por todas partes, el olor nada más a vos y yo, cama que se sirve de nosotros, la puerta que te empuja justo al lado que no podés saltar. y después, mejor. nos bajamos a la calle en cinco cuerdas desafinadas, en tres acordecitos débiles que me cantan la justa sabiendo que no me doy cuenta. y después, nada. cambia y se aleja; mueren posibilidades. y todo se borra de un click. todo y todo. y vos. y no me sirve el valor, aunque en algún rincón de tu mundo quedó la luz, el día, el oro.
sábado, 10 de abril de 2010
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2 comentarios:
me gustó, mucho.
saludos
no sé si en "algún rincón de tu mundo quedó la luz", lo que seguro quedó es poesía.
:)
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