sábado, 9 de enero de 2010

arrimo~

-carajo,
la carretilla de la vida
con carga para cinco décadas, con sed
de viñedos enteros, con amores
que inevitablemente superponen
tres, cinco, siete mundos
que debieran latir consecutivos
y en cambio se combaten simultáneos
en lo que llaman poligamia y que tan sólo
es el miedo a perder tantas ventanas
sobre tantos paisajes, la esperanza
de un horizonte entero-

hablo de mí, cualquiera se da cuenta,
pero ya llevo tanto tiempo (siempre tiempo)
sabiendo que en el mí estás vos también
y entonces... *



Dedicar días a razonar. La fijación de que todo quede perfecto -o lo mejor posible, en el peor de los casos- dentro de mi margen. La concordancia entre la métrica y la rima, la musicalidad, las aliteraciones... Es verdad que parece que todo un mundo dependiera de eso, de ese otro mundo que se arma sin excusas, de los lugares a los que no se fue nunca, de las cosas que no se dijeron y que no se sabe si se van a decir... El mundo ese en el que se escucha a las estrellas cagarse de risa de los focos de la ruta que se creen bastante vivos, en el que la almohada te roba el perfume en el intercambio de roces nocturnos.
A veces parece también que los pobres diecisiete pesaran suficientemente tanto que quedaría justificada de agarrarlos distraídos y vengármeles con alguna maldad medio premeditada, de esas que odiás vos, viste... pero lo mismo me frenaría la foto mental del mundo angelito, esa tierra de... ángeles, lógicamente; de coraje. La felicidad en lo más simple, el paraíso totalmente ganado.
Pero escuchá, me juego todas las cartas, dale, de eso también puede depender el mundo, si vos querés... No tengo nada, mirá, aunque yo no quisiera vas a ganarme esta y todas las manos, che, en serio. El problema va a ser si viene algún otro que se gane todas las apuestas, y se lleve todo bien de arriba, bufón, Ken, principito de mentira... pero entonces podría no depender de todo lo anterior y dejarme de joder, y el mundo, en una de esas, sería tus manos o las mías barajando de nuevo...



discurso del no método, método del no discurso, y así vamos.
lo mejor: no empezar, arrimarse por donde se pueda. ninguna cronología, baraja tan mezclada que no vale la pena. cuando haya fechas al pie, las pondré. o no. lugares, nombres. o no. de todas maneras vos también decidirás lo que te dé la gana. la vida: hacer dedo, auto-stop, hitchhiking: se da o no se da, igual los libros que las carreteras.
ahí viene uno. ¿nos lleva, nos deja plantados? *




* Salvo el crepúsculo. J. Cortázar.

3 comentarios:

bike dijo...

aaaay, amiga mía.
Gracias absolutamente por todo.
Las palabras que me escribiste ayer me encantaron. Me hicieron querer y poder seguir adelante sin miedo, pase lo que pase.
Gracias a vos estoy mejor.
Porque sos una persona maravillosa, llena de virtudes.
Te adoro muchísimo! y millones de gracias!

Eclipse dijo...

veo que me hiciste caso y leiste algo de ese libro...
llegaste a "para escuchar con audifonos"?
maravilloso todo por acá, como siempre.
quiérote

ALA_STRANGE dijo...

excelente!!!!!

:)

besos